Tan dulce es la tiranía
de tu belleza preclara,
que antes de que yo te amara
mi corazón te quería.
Ay Manizales del alma…
Ay Manizales de ensueño

 

Lo único que no comparto con Manizales es su afición por la tauromaquia. El resto cada vez me gusta más. He de confesar que tampoco comparto, pero esto ya no es problema de la ciudad sino de otros operadores, el desastre de aviones y el siempre incumplido proceso para entrar y salir de la ciudad.

Estuve el lunes 16 de abril en la inauguración del nuevo Centro Cultural (con mayúsculas) Rogelio Salmona. En la tarde tuve la suerte de poder asistir a la inauguración del nuevo auditorio abierto  en la sede principal de BATUTA. La ciudad sigue creciendo culturalmente, sigue contándole al mundo que es una ciudad creativa (de verdad) en América Latina.

En contra de la opinión de muchos teóricos me atrevo a escribir que una ciudad creativa no es aquella que potencia las industrias de la cultura, construyendo viveros, incubadoras, edificios de industrias del ramo, o espacios por extensos que estos sean para empresas del sector. Una ciudad creativa es la que sabe poner la cultura como forma de crecimiento y desarrollo del espacio que habitan sus ciudadanos.

No se trata tanto de vender cultura, productos culturales, como de estimular un espacio de cultura integral. No consiste en elaborar sofisticados lugares para el desarrollo de la industria y la empresa, sino en permitir que los habitantes del espacio llamado creativo se desenvuelvan con la creatividad, generada como forma de identidad de la ciudad desde diversos lugares y con múltiples perspectivas para su desarrollo. Esto contagia no solo al mundo de la cultura, sino a otros espacios de crecimiento, especialmente la construcción de la ciudadanía. El respeto a los derechos culturales de todos los habitantes. La manera de planificar, urbanizar, pensar en los espacios públicos.

Una ciudad creativa es aquella en la que el ciudadano es el eje, no la cultura, no la industria que genera; el eje es el ciudadano, ya sea pobre o rico, negro o blanco, homosexual o heterosexual, indígena o mestizo.

La cultura juega un papel importante, no exclusivo, un papel de bisagra entre otras muchas disciplinas que crean espacios de ciudadanía. Lo que se inaugura con el Centro Cultural es una manera global de verse como ciudad. Allá estaban las autoridades civiles y académicas en un mismo lugar, con una misma mirada, al menos con una búsqueda compartida.  Tal vez como consecuencia de esto los carros cada vez más paran ante los pasos de cebra, los semáforos son respetados, las aceras mantenidas y la limpieza es un ritual cotidiano de todos los ciudadanos.

Hay cosas  imprescindibles en Manizales. El Festival de la Imagen, el festival de Teatro, el Festival de Jazz. Batuta, las escuelas de arte. Los espacios de ciencia. Los Lab. El pregrado de gestión cultural. Toda una batería de procesos que si bien no cuentan con la sonoridad que se alcanzó en Medellín, si lo hacen con la eficacia de quien es constante, de quien trabaja desde la cotidianidad, a veces sin tiempo para contar lo que está haciendo. Lo que no está bien, porque hay que contar lo que se hace… que si no … existe menos.

Tiene esta ciudad nombres propios como el del Rector actual de la Univerisdad de Caldas el doctor Felipe Cesar Londoño, o el de uno de los promotores y gestores culturales más interesantes de Colombia, Octavio Arbelaez, sin olvidar a quien dio comienzo a los procesos de formación en gestión cultural en la Universidad Nacional de Manizales, el doctor Fabio Rincon. Pero sobre los nombres está la comunidad. Manizales es una comunidad cultural.

A veces tengo la sensación de que es excesivamente conservadora, de que las personas estrato 6 son estrato 16, queriendo sacar el manual de Carreño a pasear por lugares que no corresponde, pero esto solo me pasa a veces. Lo que me pasa siempre es que veo vitalidad, pujanza, respeto, creatividad y sobre todo cultura en los procesos que se inician.

Justo cuando voy a colgar este artículo resuena el encontronazo entre los partidarios de varios lideres políticos que se presentan a las elecciones buscando el cargo de Presidente de la República. No puedo evitar pensar que estas cosas también pasan cuando la creatividad y la critica se van asentando en las comunidades. No todo lo que se genera es siempre maravilloso, no lo que se recoge son siempre frutos dulces… Nada, absolutamente nada, esta desprovisto de su Yin … Ni siquiera los Yang de la moneda son tan brillantes como imaginamos.